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El encuentro entre empresarios y profesionales participes del G.E. Business Club y realizado en el mes de Octubre, tuvo lugar en la sede del Real Club Deportivo Mallorca. 

Tomando cuerpo un concepto que intuíamos lógico pero que no habíamos constatado debido a los precedentes que hemos sido testigos, y es que se pueda llevar un Club de fútbol con rigor, eficacia y fines socio-deportivos, sin que deban orillarse los principios de la buena administración y de las posibilidades de generación de servicios y riqueza que ofrece un colectivo como el que representan sus socios. Otra mirada y un tratamiento acorde con las exigencias de las organizaciones que permanecen a través del tiempo, es lo que ha aportado el señor Robert Sarver al adquirir el R.C.D. Mallorca, ratificando esta filosofía su Consejero Delegado, el señor Maheta Molango, al exponer a los participes de G.E. Business Club, las líneas maestras de por dónde va a discurrir la dinámica del Club, en las áreas deportivas y de gestión.

Los asistentes al acto tuvimos la impresión de que situarse en un mejor lugar de clasificación de la tabla y entrar en el área de la rentabilidad, se trataba del resultado de una planificación impulsora apoyada por una dinámica pensada, sentimiento que invadió a los oyentes con motivo de las explicaciones que ofreció el mencionado señor Molango.

Sin eludir ninguna cuestión espinosa, este directivo expuso a los oyentes principios de concepción tanto social como económica del Club. En tal sentido escuchamos como la necesidad de provocar la atención y participación de los socios y simpatizantes que viven en la parte forana de la isla, razón por la que están realizando presentaciones de los jugadores en las distintas localidades de nuestro entorno. Así como el respeto que le merecía la inversión que efectuaban los patrocinadores del Club publicitando sus marcas, actuación que exigía el que a su vez también recibieran la lógica compensación en materia de atención comercial, ya que era justo retribuir el esfuerzo realizado. Sinceramente no suele ser usual este tipo de inquietudes, en los ejecutivos de las grandes corporaciones.

Con una elegancia a la que no estábamos acostumbrados, soslayó comentar sobre el juicio que le merecían las administraciones que le habían precedido en el Club (cuestión que algunos de los asistentes al acto no vacilaron en exponer su parecer y que pudo calificarse de cualquier tipo menos positiva), poniendo el acento sobre la necesidad de no ser ligeros de equipaje a la hora de comentar la goleada que va a obsequiarse al futuro contrincante, cuando estas propuestas son fruto de la jocosidad y solo quedan en meras intenciones. El Consejero Delegado del Real Club Deportivo Mallorca y según la impresión recogida por los asistentes al encuentro, es muy factible que cubra sus objetivos, se trata de que siga manteniendo los porcentajes que viene aportando en su gestión; 50% de inspiración y 50% de transpiración.

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